Marta de Pablos / SEGOVIA
Alumnos de segundo curso del Ciclo de Grado Medio de Revestimientos Murales han llevado a cabo las prácticas finales con esta técnica en la sede de la Junta en Segovia. Alejandro Domínguez, María Ángeles Fernández, Carlos Olmos y Marta Santamaría, bajo la supervisión de la profesora María Anunciación Cubero, han trabajado durante cinco días en este singular proyecto.
Los alumnos del Ciclo de Grado Medio de ‘Revestimientos Murales’, de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Segovia ‘Casa de los Picos’, han realizado las prácticas de fin de curso en la Delegación Territorial, donde han esgrafiado el escudo de la Junta de Castilla y León en la sala de juntas.
Esta novedosa iniciativa se ha llevado a cabo gracias a la colaboración de la Delegación Territorial con la Escuela de Arte y Superior de Diseño. El delegado territorial, Javier López-Escobar, que ha seguido de cerca toda la ejecución del proyecto, ha valorado este “excelente trabajo”, cuyo objetivo ha sido “dignificar la sala de juntas de la Delegación”. Además, con esta colaboración, “se ha logrado aunar la identidad visual de la Junta de Castilla y León con el esgrafiado, una de las señas de identidad artísticas de Segovia, es decir, hacer región desde la identidad provincial”.
López-Escobar ha destacado que esta obra “demuestra la formación de excelencia de la escuela, que eleva el esgrafiado a una cota superior para quedar desde ahora y para siempre en nuestra Delegación”.
El trabajo in situ de este singular proyecto se ha desarrollado durante cinco días, pero previamente, en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Segovia, los alumnos han llevado a cabo la planificación de esta obra con la realización de la plantilla del escudo a tamaño real de 135 x 80 centímetros. Además, han hecho varias pruebas de color, para hallar la tonalidad exacta, ya que al secar pierde intensidad. Los materiales utilizados para realizar este proyecto han sido arena de río silícea de Segovia, cal esfoscada de antiguo y varios pigmentos de calidad (rojo de cadmio medio, óxido de hierro amarillo, azul cobalto, negro marfil y tierra negra).
La elaboración de esta técnica requiere de mucho cuidado con el tratamiento de los materiales, sobre todo con el tiempo de fraguado de la pasta, que necesita de su momento idóneo para esgrafiar.
El proceso ha comenzado por la talla a cincel de la corona del escudo, con la utilización de la plantilla, para eliminar la capa de yeso de la pared de casi 2,5 centímetros, puesto que esta técnica no puede realizarse sobre este material. A continuación, los alumnos han preparado una base de arena de río y cal para unificar la superficie y posteriormente han aplicado cinco tendidos (capas) de color, con este orden: negro, rojo, violáceo, blanco y amarillo.