David Matarranz/SEGOVIA
La Segoviana se estrenó ante su público con una derrota sorprendente frente al recién ascendido Villa de Simancas, pese a ir ganando desde los primeros minutos de partido. Los de Santi Sedano intentaron la remontada en la segunda mitad, pero los pucelanos defendieron bien el resultado y dejaron en evidencia a los gimnásticos.
Dice una ley no escrita del fútbol, que quien perdona lo termina pagando. Hoy a la Segoviana la teoría se le ha vuelto práctica. El partido de hoy tenía toda la pinta de ser de esos que sumas tres puntos fáciles y empiezas a ocupar posiciones de en puestos de play-off desde el principio de la liga. Un gol de Chema en el primer cuarto de partido, dominio absoluto del juego y un rival que no ofrecía especial resistencia, hacían pensar que ese iba a ser el guión del partido. Un gol más de los azulgranas hubiera matado el encuentro. Pero el exceso de confianza, y la suficiencia hicieron que pasaran los minutos y no llegara ese gol que encarrilara el triunfo.
En el minuto 32 una falta en la zona media del ataque pucelano, que en principio no ofrecía muchas dificultades para la defensa gimnástica terminó en el fondo de la portería de Facundo, tras un fenomenal testarazo de Rodri. El empate estaba en el marcador. Sorpresa mayúscula y el Villa de Simancas sacaba un rédito fenomenal a su primer acercamiento al área rival.
La Sego se ponía el mono de trabajo, pero no conseguía llegar con claridad a la meta rival. Ricar lo intentó por alto, pero el punto de mira no estaba bien calibrado. En esas que llega una jugada de ataque de los azulgranas, un rechace termina con el balón a la línea de medios, Anel se hace un lío con el esférico y el error defensivo lo paga la Gimnástica con otro gol. De nuevo Rodri, hacía diana y adelantaba al Villa de Simancas. Con 1-2 se llegó al descanso, ante el gesto incrédulo de la afición local que a priori, por lo visto en los primeros 30 minutos, contaba ya con la victoria y pensaba que no habría mayores problemas para remontar.
En la segunda mitad la Sego buscó el gol por todos los medios, con más corazón que cabeza. Se echó en falta la presencia de Ricardo en el centro de campo, que fue baja en el encuentro en el último momento. La entrada de Dani Lázaro por el extremo izquierdo dio algo de alegría al ataque azulgrana, pero sin crear demasiadas ocasiones claras de peligro, y cuando llegaron apareció el meta Asenjo o la oportuna presencia de la defensa visitante que sacaba el gol en la misma de línea. Con los minutos se sumó la ansiedad de los gimnásticos al tratar de salvar los muebles, pero el Villa de Simancas, el equipo que apenas imponía en la primera mitad, trabajaba hipermotivado para conseguir la victoria en su primera visita a La Albuera en su recién estrenado ascenso de categoría. Prueba de los nervios gimnásticos fue la expulsión del templado técnico local Santi Sedano, tras reclamar al colegiado burgalés, Calleja Castrillo, tras una decisión arbitral. Lo cierto es que el colegiado castigó en exceso a los azulgranas que se fueron con una buena carga de tarjetas amarillas, en un encuentro sin juego duro.
La Sego suma así su primera derrota de la temporada, inesperada y que puede tener moraleja si los jugadores sacan conclusiones. Quedan 36 jornadas para conseguir el objetivo de jugar el play-off de ascenso, y la vitola de ser uno de los equipos favoritos del grupo no sirve de nada si no se demuestra en el campo. Lo bueno de estos deslices, es que a principio de temporada pueden servir de enseñanza para evitar que se vuelva repetir. Próximo objetivo, puntuar en La Dehesa de Bembibre para pasar página y no quedar descolgados del pelotón de cabeza en la clasificación.