Como cada año, desde hace más de un siglo, cuando comienzan las Fiestas de Segovia, vemos desfilar por nuestras calles a unos “grandotes” seres que de pequeños nos han dado, no miedo, sino lo siguiente, y que con el tiempo se han convertido en entrañables vecinos que nos animan a participar en la vida festiva de nuestra ciudad.
Pilar de Miguel / SEGOVIA
Son Fuencisla y Frutos que, con sus clásicos atuendos de segovianos, abren el desfile en el que también participan un chinito, un negrito y otros que representan a todas las razas y los continentes y que, con una mas bajita corte de Cabezudos, asustan y enredan a la gente, animando a que nos metamos en harina y lo pasemos bien.
Lo malo de todo ello es que el tiempo pasa para todos, incluso para los seres mágicos de pasta de papel, y sus cuerpos de mimbre se resienten de una especial artritis que les hace sonar y que amenaza con que se desmorona su 
corazón de mimbre, ha aprovechado para hacer un llamamiento y que ese paso por el Hospital de Gigantones no se retrase.n sino se pone remedio antes. José Antonio, miembro de la compañía de títeres Libélula y encargado de estos Grandes co
Entre las muchas posibilidades que se pueden encontrar, José Antonio ha propuesto que los cuerpos de mimbre se cambien por otros de otro material más resistente y menos pesado que permita un fácil manejo. Los actuales cuerpos de mimbre se conservarían e incluso podrían exponerse porque, son realmente históricos , pero con ellos, el peso de cada Gigantón es de unos 80 Kilogramos, sobre todo Fuencisla y Frutos, pues sus trajes de segovianos tienen un peso muy superior al del resto de la comitiva.
Por lo demás, nuestros Gigantones, los que nos han acompañado desde la infancia, siguen a nuestro lado y en el año 2013, una vez mas, han recorrido las calles de su querida Segovia. En la imagen el almacén donde se guardan los Gigantones y los cabezudos, se puede ver uno de los cuerpos de mimbre de un Gigantón
