Marta de Pablos / SEGOVIA
Agentes de la Guardia Civil de Segovia se hicieron con 12 kilogramos de artificios pirotécnicos que se encontraban en el interior de un comercio de la localidad segoviana de Cantalejo, dispuestos para su venta. El dueño del establecimiento ha sido denunciado por una infracción grave. La mayoría de los productos intervenidos son petardos tipo trueno, muy demandados en estas fechas.
La Guardia Civil se personó en el establecimiento y, tras comprobar la existencia de los productos pirotécnicos, levantó la correspondiente acta de inspección y trasladó la totalidad de los productos incautados a un establecimiento autorizado a disposición de la autoridad.
Los productos incautados son de la clase I, II y III que tienen una limitación de edad para su venta de 12, 16 y 18 años respectivamente. Los de la clase I son de baja peligrosidad, para su uso tanto dentro como fuera de edificios residenciales. La clase II son artificios de baja peligrosidad para ser utilizados al aire libre en zonas delimitadas. Los de la clase III tienen una peligrosidad media para ser utilizados al aire libre en zonas de gran superficie.
La venta de estos artificios sin autorización conlleva una sanción con multas desde 300,51 hasta 30.000 euros y el posible cierre del establecimiento por un plazo de hasta seis meses.