María Yagüe Solís / SEGOVIA
La actividad “pieza desconocida del Museo” acerca a los visitantes los objetos más singulares y desconocidos por no ser parte de la exposición permanente. La pieza elegida en esta ocasión es un ánfora romana datada en el siglo II d.C., hallada en la calle Judería de Segovia.
Uno de los objetivos que se ha marcado el Museo de Segovia es promover el conocimiento de nuestra historia, y para ello, además de una exposición permanente, ofrece actividades culturales como “la pieza desconocida del mes”. Esta actividad consiste en seleccionar y destacar durante un mes, un objeto singular y no expuesto hasta el momento. Durante el mes de febrero el centro cultural expone un ánfora romana datada del siglo II después de Cristo.
La pieza ahora expuesta es una reconstrucción de once fragmentos hallados en unas excavaciones practicadas en el número 17 de la calle de la Judería, que hacia el siglo II d. C. albergó un destacado edificio romano.
Entre otras inscripciones, la más destacada y característica de las ánforas vinarias es el llamado titulus pictus, un texto escrito en tinta generalmente negra que aporta información sobre el lugar de producción del recipiente, su contenido y procedencia.
Se puede leer: “Glabrione et Homvullo Cos / T Flavi Atici Fi”, en castellano “Siendo cónsules (Manio Acilio) Glabrio y (Marco Valerio); Hamullo en la fligina de Tito Flavio Ático. Este último debió de ser el propietario del taller artesanal (fligina) donde se fabricaban estas ánforas. La datación consular que proporciona la inscripción sitúa la fabricación en el año 152 d. C., cuando gobernaba el emperador Antonino Pío.
Después de este periodo mensual, el ánfora pasará a formar parte de la exposición permanente en la sección de arqueología.