Cristina Sancho / SEPÚLVEDA
Después de conseguir hace un año la permanencia de la ESO Rural, no han vuelto a tener noticias sobre la construcción del CEO y lamentan que el Nordeste no cuente con centros públicos donde los alumnos puedan realizar estudios de Formación Profesional.
Hace un año los padres de los escolares del CRA de Riaza salieron a la calle para reivindicar la continuidad de la ESO Rural en el municipio. Después de manifestaciones, movilizaciones y reuniones con el consejero de Educación y el director de Política Educativa, entre otros, consiguieron que se siguiera impartiendo los estudios de 1º y 2º de ESO en el centro escolar, y recibieron el compromiso de construir el Centro de Educación Obligatoria (CEO).
Un año después poco o nada se ha vuelto a saber de aquellas promesas y los padres están pendientes de la implantación de la nueva ley educativa para saber que es lo que pasará con el tan prometido y ansiado CEO. El presidente del AMPA del CRA de Riaza, Pablo Martín, destaca la implicación del Ayuntamiento, pero «no hay ningún compromiso escrito por parte de la Junta en el que nos digan que se va a construir, no hay ninguna memoria y la implantación de la LOMCE no sabemos en que lugar va a dejar al centro».
Mientras llega la implantación de la nueva Ley plantean una nueva vía para la zona nordeste de la provincia y para su centro en particular. El nordeste de la provincia no cuenta con ningún centro público cercano que imparta estudios de Formación Profesional, los centros más cercanos se encuentran en Aranda de Duero (Burgos), Segovia capital y Buitrago (Madrid) donde existe un centro concertado. Esto lleva a plantear la conveniencia de instalar en la zona estudios de Formación Profesional rotatorios para cada ciclo educativo de las distintas familias, porque según explica Martín, «necesitamos que nuestros hijos tengan dónde seguir estudiando, una inyección a la zona y una oportunidad, porque si no los centros rurales van a quedar despoblados»
Para el presidente del AMPA, el futuro más inmediato pasa por esperar. Creen que han dado el tiempo suficiente para que se produjera un movimiento y durante el próximo año no descartan nuevas movilizaciones con el fin de conseguir una partida presupuestaria para el futuro CEO.